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LA PAZ INDIVIDUAL EN LA REALIDAD POSTMODERNA


La comprensión de que la vida es absurda no es un fin, sino un comienzo
Albert Camus

Como hombre que vive en esta era, y por la experiencia basada en mis relaciones  personales, te puedo decir que la mayor añoranza de todos es conseguir paz. Lamentablemente no nos explican ni nos educan para alcanzar esta noble necesidad, y, por el contrario, nos enfocan desde pequeños a depender de circunstancias externas que nos contaminan en nuestro crecimiento. Llegando a un odioso punto de no tener norte; confundimos el ser con el hacer y asumimos que teniendo más o mejor determinadas cosas, llegaremos a tener paz y felicidad.

Grave error.

Sin embargo entiendo que la paz es alcanzable por todos. Siempre y cuando acatemos algunos procesos y ajustemos tanto el enfoque de nuestra vida con nuestras necesidades al camino. Te propongo tres aspectos que te pueden iniciar y servir de base para conseguir la libertad de tu realidad y de tus ataduras, y por tanto a la paz y la esperanza que buscas:

Primer Aspecto: DESARROLLA TU SER.
La famosa frase de Sócrates (filósofo griego): “CONOCETE A TI MISMO”, es lapidaria y profunda. Nunca podrás adecuarte a la realidad con criterio si no logras un profundo conocimiento personal, el que te guiara a aceptarte y a amarte. No es un camino fácil, no se consigue sólo leyendo libros de autoayuda o asistiendo a seminarios de empoderamiento. Es una titánica labor diaria que conlleva mucho tiempo y dedicación.

Estamos programados para ser reactivos a los estímulos sociales externos, esto nos da la sensación que de que no dominamos nuestra propia vida; estamos cultivados en el arte del consumo, base del capitalismo actual. Llega tan profundo que el ser humano actual se pierde en la “Carrera de la rata” (Robert Kiyosaky; Padre Rico Padre Pobre), llegando al colmo de definirse por lo que tiene, no por lo que es. Eso trae como consecuencia la pérdida de tu identidad personal, creando una producción en serie de humanos desensibilizados de ellos mismos, de su entorno y alejados de su espiritualidad.

Ir por la vida intercambiando estímulos de placer por querer buscar la felicidad es el pan nuestro. Y una consecuencia de la deshumanización del ser, hace que “cosifiquemos” nuestra relaciones personales. Que escojamos a nuestra pareja, amigos y entorno acorde a lo que nos pueden dar o a como nos “proyecten” para nuestras metas. Cambiamos a personas por cadenas de relaciones en el mal llamado networking. Sin querer, terminamos pareciéndonos a Francis y Claire Underwood (House of Cards, versión Netflix) en una imparable lucha por el dominio y poder.

Mi perspectiva es que asumiendo lo que somos, siendo responsables por nuestro proceder y aceptando nuestro pasado; podremos relacionarnos de manera efectiva con nuestro Yo presente. Viéndonos como somos y perdonándonos nuestras culpas del pasado, daremos un paso de avance a estar en paz con nosotros y nuestro entorno. Y esto nos llevará a profundizar en nuestra humanidad.

Asumir nuestra mortalidad nos hará disfrutar lo que somos y lo que tenemos, sin matar nuestra curiosidad y ambiciones; por el contrario, potenciará nuestro deseo de búsqueda pero basado en un Yo real, no en el producto preconcebido de marcas y anuncios publicitarios.

Segundo Aspecto: CREA TU TIEMPO, ORGANIZA TUS PRIORIDADES.  
La sensación de desorganización de nuestra vida nos lleva a sentirnos defraudados, saturados, incapaces e improductivos. Percibimos que no tenemos control y que la realidad literalmente nos arropa.


Esto por ser reactivos, siempre estar corriendo de un compromiso a otro tratando de quedar bien con todo y con todos. Porque, en nuestra educación formal (sobre todo la universitaria) nos han inculcado el chip de que si no somos productivos somos inútiles o estamos fracasando. Fíjate que asumes que de lunes a viernes, y a veces los sábados, desde la mañana hasta la tarde, te sientes que le perteneces a otras personas, que tomas las decisiones de otro, que la riqueza que produces no es tuya. Añoras la llegada del viernes, o de un día festivo o de tus vacaciones para recuperar el control de tu tiempo, lo que relacionas al descanso.

Si te identificas con lo anterior, date cuenta de dos cosas: 1) Eso lo elegiste tú, sé responsable y asúmelo, no te veas como una víctima. 2) Observa que estas priorizando más de lo que debes algo que genera estrés, que no te da sosiego. Sin embargo, lo bueno es que tienes la solución tus manos: VERIFICA TUS PRIORIDADES. Date chance a hacer proyectos diferentes en tu vida, crea espacios de esparcimiento personales, acércate más a tu familia ¡Suelta la TV y el periódico! ¡No te escudes en el cansancio o en una sufrida vida! Lee un buen libro, escucha música que valga la pena y te guste, busca un hobby, haz ejercicio, disfruta de buena y motivante compañía.

El orden en que coloques tus prioridades, es el mismo orden en el que vives. Tu trabajo es bueno y necesario, pero no es lo único que debes hacer para ser feliz. Todo reside en el equilibrio. Tendrás tanto tiempo como necesites organizando tus prioridades. Usa tu agenda, escribe tus compromisos, plasma tus tareas y seguimientos; todo para que mandes a tu cerebro el menaje de que TU eres quien manda, que los permisos los das TU, que los compromisos y deberes no marcan la jornada, que lo haces TU.

Tercer Aspecto: CONTROLA TUS FINANZAS.
Ohh el dinero!!!
Siempre me ha llamado la atención el concepto que tenemos del dinero en nuestra cabeza. Lo vemos como un fin en sí mismo, no siendo más que un medio de intercambio de bienes o servicios. El dinero por ser dinero no sirve de nada. Pero es la prioridad que le damos en nuestra vida porque estamos definiéndonos acorde a lo que tenemos, no a lo que somos.


Si logras controlar tus impulsos de demostrarte que eres importante sin gastar tus recursos, tendrás unas finanzas organizadas. Si logras asumir que los demás te respetan por ser tú y no por lo que tienes, desmontaras muchísimo de tus gastos. Si logras ver que tu realidad se construye con tu pensamiento, no con tu cartera, lograras liberarte de pagar sobreprecios y excesos.

Los problemas de finanzas no se resuelven con dinero, se resuelven con creatividad y disciplina.

La pobreza y la riqueza no es una cantidad en una cuenta de banco, es un estado mental que te hace hacer cosas, meter la pata o crear abundancia, se logra partiendo de como gestiones las emociones. Desliga el placer o los premios del tener dinero o no tenerlo. Trabaja en una plataforma real de abundancia, en la que el tiempo y el amor a ti mismo sean los que muevan tus deseos y bienestar, no el dinero.

No quiero que malinterpretes que el dinero es malo. El dinero es eso, dinero. El valor que le damos es el que hace que sea malo o bueno. La prosperidad es una energía que fluye y nace desde tu manera de ver la vida, si la observas desde una perspectiva de escasez, generaras escasez; si lo haces desde la abundancia eso será lo que retornará a ti.

La base de tus finanzas son las emociones con las que relacionas el tener o no tener dinero. Contrólate conscientemente, ponle un objetivo sano y real a tus ahorros, gasta partiendo no del gusto, si no de la consciencia, y veras como por arte de magia tu liquidez se corrige. Los gastos superfluos que haces son los que te castigan, tomar prestamos es traer al presente dinero que no te has ganado, que lo puedes hacer siempre y cuando sean para un hecho que dará riqueza o productividad, no para tener un gusto o crear placer momentáneo.

¡Para mí el dinero más difícil y pesado de pagar es el que uso como préstamo para vacaciones!
Una frase que me gusta muchísimo y con la que me permito terminar, y que entiendo se aplica perfectamente a las finanzas personales, al tiempo y al conocimiento del ser: “La madurez del hombre se muestra en cuánto dinero necesita para gastar los fines de semana, mientras más dinero requiere, menos maduro es”.


Geovanny Ramírez
07 de noviembre del 2018

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